Los concejales tuvieron la primera sesión ordinaria de 2018. En ella tomaron determinaciones en torno a las comunicaciones que habían recibido y que plantearon en la reunión de comisión del martes pasado.

Lo más resonante fue el OK al pedido de la Asociación de Titulares de Licencias de Taxis Casilda, que solicitó la actualización de la tarifa por el servicio de radio-llamada. El dictamen 3684/17, de la Comisión de Hacienda, fue aprobado por unanimidad. La suba ronda el 15%.

De su parte, la Multisectorial Casilda pidió que se convoque a una audiencia pública relacionada con el pedido de aumento de la Tasa General de Impuestos, donde se puedan exponer los argumentos técnico contables que impulsaron el proyecto de incremento por parte del Ejecutivo y que no se llegó a tratar por falta de quórum. El tema pasó a estudio de comisión aunque no se ven perspectivas favorables para brindar la posibilidad a los vecinos de la ciudad de dar a conocer su opinión al tema. Incluso, el bloque Unidad Ciudadana Casilda, también acercó consideraciones respecto de los incesantes aumentos de impuestos, del servicio de alumbrado, barrido y limpieza y se manifiestaron en absoluto rechazo a la reforma fiscal, previsional y al proyecto de reforma laboral.

La vecinal de Barracas acercó un pedido de larga data. Requiere una colaboración para que la institución pueda contar con un espacio físico donde llevar a cabo todas sus actividades. Los ediles decidieron anoche que se coordine una reunión con los interesados mediante la secretaría del Concejo.

Fuera del orden del día, el que más acción tuvo fue el edil Andrés Golosetti, quien pidió información al Ejecutivo sobre los contratos de los locatarios de los comercios que se encuentran emplazados en la terminal de ómnibus, los balances desde septiembre a diciembre del año 2017 y el estado de las deudas por los cánones mensuales correspondientes a la aseguradora por riesgos de trabajo, tras noticias de la inminente quiebra de la misma.

Golosetti también se hizo eco de la problemática que atraviesa la escuela Dorrego, que desde hace tiempo intenta construir un baño adaptado a instancias de la cooperadora y encontró dificultades a la hora de recibir respuestas en el Ministerio de Educación.