De todos lados y a todas partes, la gente sigue al Indio Solari suele trasladarse desde distintos puntos del país para presenciar cada "misa". Casildaplus.com recogió el testimonio de diferentes casildenses que estuvieron presentes en Olavarría y encontró coincidencias por un lado y diferentes puntos de vista en función del lugar que ocuparon dentro del predio La Colmena.

“En el lugar que yo estuve, en la segunda línea de torres, salió todo bien, en la previa y durante el recital. No hubo controles, es verdad, y me asusté a la salida, porque salimos todos por el mismo lugar pero dentro de todo, salí rápido. No vi nada raro respecto a otros recitales del Indio. Ya había visto en Gualeguaychú gente borracha o en mal estado que sale desmayada o descompuesta. Fue una locura de gente, tal vez no se lo esperaban. No vi a nadie rompiendo nada, ni me puedo quejar de como la pasé aunque entiendo que haya gente que la pasó mal y se lamentan mucho las dos muertes”, dijo Román que viajó el viernes a la madrugada y para el mediodía del domingo estaba de nuevo en la ciudad.

“Estuve presente y luego leí, escuché, miré por TV todo lo que pasó en el recital. Después de volver a ver un fenómeno social tan grande como este que convoca el Indio creo en varias cosas. Es un país que fanatiza todo, pasional, de hermandad, pero también es un país desordenado, que siempre va hasta el límite y que cuesta cumplir la normas. Todo esto y mucho más pasa en la vida diaria y se magnifica mucho más cuando se juntan 300.000 personas", apuntó Federico, también presente en Olavarría.

Amplió: "Con respecto a las responsabilidades se podría decir muchas cosas pero lamentablemente como es normal siempre se va hasta el tope para ver después que se puede hacer cuando tenemos que lamentar víctimas. La productora que viene organizando varios shows de estas magnitudes y es el fiel reflejo del empresariado argentino, quieren ganar más, más y más. Ellos que están en el tema saben que es lo que se necesita para organizar bien un evento de esta envergadura. Lo que no quieren es invertir en seguridad para que sus bolsillos sean cada vez más  grandes a costillas de los espectadores. Se puede hacer acá, pero prevenir y organizar bien las cosas cuesta dinero por eso acá algunos miran para otro lado y pasan estas cosas”.

Por otra parte, Cristian, quien se ubicó al a altura de la segunda línea de torres de sonido, analizó: "creo que se tendría que haber invertido un poco más. A lo mejor el propio Indio tendría que haber revisado eso, porque los organizadores son empresarios, pero él es un artista. Al artista lo hace el público. El mismo público que sufrió consecuencias por la mala organización. Igualmente lo banco porque yo creo que él ya entró con preocupación, pero a veces es tarde”.

Fabricio, que también fue parte de la enorme masa de público, recalcó que el país no está preparado para eventos tan masivos. "Hubo varias fallas concretas en la organización y la tragedia podría haber sido peor. La desconcentración de gente fue muy mala. Se salía en una calle que luego era un codo y se hacía un embudo. Estaba en la mitad del predio y salimos muy apretados, parecían vacas que se arreaban, con poca luz. El sonido, hacia atrás fue malísimo y las pantallas no eran suficientes para todo el público. Con mi grupo de amigos la pasamos bárbaro, y nos enteramos al otro día de los inconvenientes". En coincidencia con otros casildenses, manifestó que "los organizadores ahorraron en muchos temas en un evento que recauda mucho dinero, y eso termina les termina pasando factura". Manifestó además que seguramente el del fin de semana pasado fue el último recital de Solari.

“Entramos al recital con 2 amigos cerca de las 20.30, y nos ubicamos un poco más adelante de la primera torre. Me cortaron la entrada pero no me revisaron, y a diferencia de otros recitales nos dejaron entrar con latas de cerveza. Apenas arrancó a cantar el Indio nos perdimos y vi el recital a la altura de la primera torre. Estuve más cómodo que en Tandil, no estaba ni apretado ni había tantos empujones. El show arrancó muy bien pero después del primer parate se volvió frío, con una lista de temas muy tranquila. La salida fue un desastre en todo sentido. No se sabía por dónde teníamos que ir. Fui para un lado y me dijeron que no podíamos salir por ahí, después salimos por una sola calle, todos amontonados, moviéndome para donde me llevaban, esquivando gente que se desmayaba y muchos puestos que estaban en el medio de las calles. Podría haber sido una tragedia. Recién a las 5 de la mañana cuando pude tener un poco de señal me llegaron todos los mensajes y me enteré de lo que había pasado, porque en el momento, más allá del parate, no supe que había pasado”, describió Jere que se transportó desde Rosario a Olavarría y regreso de inmediato, una vez culminado el espectáculo.

Adrián, otro de los casildenses que había estado en Gualeguaychú y que estuvo en el del pasado sábado, puso énfasis en el saco que deben ponerse las autoridades gubernamentales. "Creo que el Estado no entendió de que se trataba. Es un fenómeno cultural que ocurre en nuestro país, por eso hago responsable al Estado. Sea cumbia, rock, automovilismo, el Estado debe estar presente, y no lo estuvo", sostuvo enf{aticamente.

Con diferentes visiones aunque con puntos comunes, algunos de los casildenses presentes Olavarría entregaron su testimonio. Volvieron a sus casas después de ver al Indio, con una mezcla de sensaciones y una certeza en sus corazones que indica que Solari salió a escena por última vez en su carrera y que la despedida fue una noche de cristal que hizo añicos.