Todo aquel vecino de la ciudad que tenga intenciones de colocar un medidor en su domicilio debe acercarse a las oficinas de Aguas Santafesinas, ubicadas en Buenos Aires 2048, y solicitar su instrumentación. Su costo ronda los dos mil pesos. Se pueden pagar hasta en tres cuotas y, utilizando un uso racional del agua, hay casildenses que ahorraron hasta un 50% en comparación con lo que se calcula por metro cuadrado.

La empresa no realiza conexiones por propia cuenta, sólo cuando el usuario pide el artefacto. Hay un plan de colocación masiva aunque Casilda no entró en el mapa que confeccionó ASSA. En Cañada de Gómez, Firmat y Rufino ya se llevó a cabo esa experiencia, aunque en la ciudad, probablemente ni siquiera llegue el plan en 2018. Dependiendo de un estudio de zonas, una cuadra o una manzana completa se verán beneficiadas, según lo determinen los analistas de Aguas Santafesinas.

Los responsables del área comercial de la empresa, contabilizan unos 5.000 medidores de entre 14.000 cuentas habilitadas en la ciudad. En el último tiempo ha proliferado la instalación de los aparatos cuantificadores del consumo, en función de pagar lo que realmente se usa y no en base al metro cuadrado de la superficie del terreno donde vive el usuario.

Desde la empresa, hacen la salvedad de colocar medidores en los terrenos recientemente adquiridos e incluso advierten que los casos sociales dependen de la Provincia y en tales domicilios no se instalan medidores.