Tomó casi cinco años, en el medio hubo conflictos de intereses y partes que no quisieron asumir su responsabilidad, reclamos de autoconvocados y hasta viajes a Buenos Aires. Pero finalmente se terminó con la noticia que los casildenses pretendían. Al comienzo de esta semana, los obreros de la empresa contratista dejaron la residencia Avelino Lóttici con la labor cumplida. El lugar fue completamente remodelado.

El grupo de jubilados que supieron habitar el lugar hasta que Pami los movilizó por una reconstrucción que, en teoría, no iba a durar más de seis meses, ahora espera por la prolongada vuelta. El paso siguiente es colocar el nuevo mobiliario. Una vez instalado, no debería haber impedimento para el sitio sea poblado una vez más.

"Hubo momentos muy desalentadores, donde se quería bajar los brazos. Pero hoy podemos ver que el esfuerzo no resultó en vano", destacó el profesor Tomás Morales, de la comisión de seguimiento que se armó para reclamar la reapartura del Avelino. Ese conjunto pequeño de personas fue necesario para pujar y hacer visible la situación. 

La residencia fue adjudicada, luego de muchas idas y vueltas, en abril del 2018 a la única empresa que se presentó a la licitación pública. Anterior, otra firma había dejado inconclusa la obra por supuestos retrasos en los pagos por parte de Pami. La idea original era que los abuelos pasaran las fiestas allí, aunque el tiempo es tirano y debieron aguardar hasta 2019.

El nuevo Avelino tiene realizada todas las conexiones para los servicios, incluye un grupo electrógeno y se procedió al desmalezamiento total del parque exterior. Tiene diferencias notables con la estructura original, ya que se agregaron nuevas habitaciones, se reestructuró el alero del frente para incorporarlo a la parte interior y se llevaron adelante galerías exteriores con techo para que los habitantes puedan disfrutar de tardes y noche agradables.