El pasaje completo de un colectivo de la empresa Monticas vivió un momento de pánico este mediodía en la ruta 33, cuando el motor del vehículo se incendió y el chofer alertó a todos a los gritos, desesperado por evitar una tragedia. "¡Bájense, bájense!", fue la voz que puso en vilo a los pasajeros, quienes quedaron azorados en la banquina.

El incidente ocurrió poco después del mediodía del viernes entre Zavalla y Pujato, a bordo de un ómnibus que se dirigía desde Rosario a la localidad cordobesa de Laborde. Según contaron a Casildaplus.com testigos presenciales del episodio, de repente el chofer  tiró el colectivo a la banquina y a los gritos comenzó a pedirles a los pasajeros que descendieran porque el motor estaba incendiándose.

El miedo invadió a quienes en ese momento estaban a bordo y comenzaron a descender por la puerta, muchos entraron en pánico y hubo otros que rompieron una de las ventanas para arrojarse a salvo.

Un desperfecto técnico del motor dio comienzo al fuego. Automovilistas que en ese momento transitaban por el lugar pudieron observar las llamas que salían de la parte trasera del rodado.

El chofer debió recurrir al matafuegos para extinguir las llamas, algo que logró al cabo de unos minutos de faena.

Mientras tantos los pasajeros debieron esperar en la banquina presenciando la escena. Muchos de ellos conmovidos aún por lo que minutos antes había sucedido y pensando que podría haber sido más grave si el fuego alcanzaba otros sectores del micro.

Con las maletas a cuestas y cuan escena de película, muchos decidieron sentarse en el pasto para observar mientras todo volvía a la normalidad, soportando el intenso frío del mediodía.

Hasta pasadas las dos de la tarde el micro y los pasajeros continuaban a la vera de la ruta esperando asistencia. Se aguardaba un mecánico para que vea el coche descompuesto y otro colectivo para los pasajeros varados.

Los problemas con el servicio de la empresa Monticas son reiterados. A menudo los pasajeros se quedan a mitad de camino. En este marco, recientemente Chañar Ladeado llevó el reclamo a la Provincia por el mal servicio