Después de algunas postergaciones, por fin el domingo pudo realizarse el Festival Azul por el Autismo. La cuarta edición fue un éxito desde la cantidad de actividades que se realizaron y la gente que se acercó a la Plaza de los Mástiles. Mucha gente colaboró con la causa, pero al momento de sacar las cuentas, hubo un problema grande. La plata de la recaudación del buffet no aparece, según comentan en estricto off the record allegados a la organización del espectáculo.

El dinero que se reunió el domingo oscilaba entre los treinta mil y cuarenta mil pesos, y estaba bajo las responsabilidad de tres personas que trabajan junto al grupo TGD Padres Casilda. Como la asociación no tiene edificio propio, la recaudación iba a guardarse en un domicilio particular, para el lunes, ser depositada en la cuenta de un banco local. 

Sin embargo, la plata no llegó a destino. Los trascendidos indican que los encargados de custodiar la recaudación sufrieron un robo, del cual no se registró ninguna denuncia. Esto aumenta aún más las sospechas y genera una incómoda incertidumbre que tiene a maltraer a los organizadores del noble Festival Azul por el Autismo.