Hace una semana nos preguntamos ¿por qué no andan los semáforos de la ciudad?, y la respuesta no tardó en llegar. Las tormentas hicieron estragos y quemaron placas eléctricas que ya fueron reemplazadas. Sin embargo, hay un semáforo que no tiene un estado óptimo. ¿Qué pasó?

Un hornero hizo su nido en entre las luz amarilla del artefacto ubicado en la esquina de Buenos Aires y 1º de Mayo. La casa del pajarito obstruye completamente el foco de prevención y deja libre el de prevención y el de stop.

Ahora le toca el turno a los empleados municipales. Los muchachos tendrán la antipática obligación de mudar al ave, o en el peor de los casos, destruirle su hogar para que se construya uno nuevo en algún sitio en donde no complique la normal circulación de los vehículos de la ciudad.