Hubo meses en los cuales la ciudad parecía estar cubierta por un halo mágico que la mantuvo al margen la pandemia. Apenas tres personas había sido notificadas como positivas para coronavirus hasta mediados del mes de julio. Sin embargo, llegó el punto de inflexión. La jornada la cual algo se quebró y desde entonces, el ritmo diario se vio afectado. El 21 se julio Casilda contabilizó su cuarto contagio y en sólo dos meses superó la barrera de los 900. Una trepada tan vertiginosa como peligrosa.

CasildaPlus.com revisó los informes emitidos por el Comité de Epidemiología, agarró lápiz, papel y Excel para confeccionar los gráficos que dan cuenta de donde nos encontramos parados hasta este fin de semana.

La convivencia con el virus es una realidad, aunque no algo que se deba naturalizar. Más del 2,5% de la población de Casilda ya tuvo o tiene Covid, y la tendencia no muestra que se número se vaya a estabilizar en el corto plazo. Más allá de las razones, este informe simplemente pretender analizar como creció la curva en una las localidades más afectadas del sur santafesino.

El 2 de agosto, y con sólo 87 casos confirmados hasta ese momento, Municipio y Provincia decidieron un retorno a la fase por un lapso de dos semanas. Decisión que pareció acertada, ya que en los siguientes quince días se vio una merma de los positivos. Con jornadas más que alentadoras que mostraron apenas un dígito. De todas maneras, la reapertura se dio demasiado pronto. Apenas diez días después. En la previa al feriado largo del 17 de agosto.

La circulación volvió a incrementarse en las calles de la ciudad y también la aparición de infectados. Esta vez con un recrudecimiento mayor. Desde aquel 2 de agosto hasta hoy, hay más de diez veces más casos. Con la diferencia de que las restricciones no son las mismas.

Otro dato que se desprende de aquella primera etapa, hasta la reapertura de actividades, tiene que ver con la tasa de positividad. Es decir el número de testeos confirmados por sobre los hisopados realizados. Hace un meses, el número de descartados era altamente superior a quienes resultaba infectados. Las jornada más críticas rondaban entre el 35 y 40% de positividad. En la última semana, los informes no bajan del 60% de testeos afirmativos. Y si se tiene en cuenta que hay unos 250 en espera, es fácil deducir que la curva no se aplanará con facilidad.

En medio de las estadísticas tampoco se puede dejar de mencionar que en Santa Fe se cambio el criterio e contagio, añadiendo a los contactos estrechos de un positivo que presenten síntomas. Aun así, la variable por ahora no mueve mucho la aguja en Casilda. Ya de los 936 afirmativos, no llegan a 30 los que fueron asociados por nexo epidemiológico. Es decir, alrededor del 4%.