El domingo futbolístico en la región combinó la alegría del Rojo de Los Molinos por su obtención del Torneo Apertura, con el contexto insólito en el cual se consagró. Los de Damián Sciretta volvieron a vencer en Fuentes con un gol de Matías Brstilo de penal. Pero el cotejo se desvirtuó a los 27 minutos de la primera mitad, cuando Alfio Enriotti -previa expulsión- quiso golpear al árbitro, Juan Cruz Caldez. El juego casi se suspende, aunque se continuó en un ambiente enrarecido luego de 20 minutos de detención.

El pleito había comenzado mejor para Alianza, el cual necesitaba ganar, incluso tuvo na ocasión inmejorable de ponerse arriba en el tanteador. Nicolás Zencich la tocó con la mano en el área y Julián Serafini tomó la responsabilidad de ejecutar un penal bien contenido por Aimetta. Para colmo, en la acción siguiente vio la roja Nery Monti por un golpe sobre Franco Cordero. El Naranja pasó de estar en un escenario ideal a una frustración total. 

El momento tenso de la tarde aún no había llegado. Se produjo a los 27 de esa etapa inicial. Enriotti saltó una disputar una pelota en el aire y el juez principal interpretó una falta con codo arriba sobre adversario. Cuando se predisponía a mostrarle la roja, el corpulento defensor intentó agredirlo con un golpe de puño, inmediatamente fue calmado por sus propios compañeros. Aunque su rabieta se trasladó a la zona de vestuarios y al palco de prensa, donde se ubicaba el polémico Julio Navicelli, presidente del Colegio Casildense de Árbitros.

La policía pareció hacer señas de que el cotejo no podía continuar y escoltó a la terna arbitral hacia su camarín. Estaba todo dado como para que la pelota no vuelva a rodar, pero pocos minutos después, Caldez reapareció en el verde césped luego de una charla con los capitanes.

Alianza lo jugó como pudo, con las armas nobles que le quedaban y hasta contó con alguna oportunidad para forzar los penales. En el cierre sintió la exigencia física de estar con nueve hombres en cancha y cedió ante las peligrosas contras de Unión Deportiva. Parisi le cometió penal a Brstilo, y el mismo número tres del Rojo lo cambió por gol para culminar con la faena.

El Expreso abrochó su pasaporte a la final anual. De todas maneras, el clima que se vivió en Fuentes estuvo lejos de ser normal. Una vez más la violencia y las sospechas le ganaron al fútbol por goleada. Para colmo, en siete días tiene que comenzar el Torneo Clausura.