El intendente de Casilda, Guillermo Franchella, pasó por los estudios de Radio Casilda y dialogó con ‘El equipo de la mañana’. Respondió públicamente a las críticas por el mal estado de las calles en la ciudad y reconoció la gravedad de la situación, aunque señaló que las demoras en las obras se deben, en gran parte, a cuestiones técnicas ligadas al clima.

La gente tiene razón, asumimos que las calles hay que repararlas. Pero estamos con un problema técnico brutal que se refiere al tiempo. No nos da treagua. Las napas se han saturado, los pozos actúan como filtros del agua y se han comenzado a resquebrajar”, explicó el mandatario. Quien aseguró que lo discute permanentemente con su secretaria de Obras Públicas.

Además, aclaró que las maquinarias necesarias para nivelar el terreno no pueden utilizarse en estas condiciones debido al barro acumulado: “Si pasás una máquina ahora, baja la calle y dejás los cordones más altos”, detalló. Según Franchella, el relevamiento urbano ya se hizo y se conoce en detalle qué zonas están más afectadas:

El intendente fue enfático al señalar que, para poder comenzar con los trabajos, se necesitan al menos “quince días sin lluvia ni humedad”. También expresó su comprensión ante el malestar de los vecinos: “Nadie tiene por qué entender esto. Si nos tienen que putear, que lo hagan”.

En cuanto a los recursos económicos, Franchella reveló que los fondos enviados por la Provincia para atender la contingencia climática ya fueron utilizados, por lo que actualmente las reparaciones se están afrontando con fondos propios del municipio, provenientes del superávit. “Hasta ahora el único presupuesto que nos pasaron es de 17 millones de pesos por cuadra. Estamos hablando sólo del abovedado y alisado. Estamos buscando otras alternativas”, se sinceró.

Por otro lado, admitió que el parque automotor de la Municipalidad también requiere una renovación urgente y apuntó: “Hay vehículos en un estado que me da vergüenza que circulen con el logo de la Muni”.

Actualmente, se están realizando trabajos de pavimentación en barrio Timmerman, aunque reconoció que el impacto será limitado debido al tamaño del sector. En ese sentido, adelantó que están en conversaciones para firmar un fideicomiso con un banco con el objetivo de agilizar ese tipo de intervenciones.

La basura, otro gran tema

Franchella también se refirió a la responsabilidad ciudadana en la limpieza urbana y denunció conductas reprochables. “Tenemos material probatorio de personas que van con camionetas nuevas a tirar basura donde no corresponde. Es un problema cultural”, amplió. Por eso, prometió un control más estricto con el refuerzo de inspectores en las calles y la aplicación de multas, porque a su juicio se trata de "irresponsabilidad y falta de empatía”.

Finalmente, concluyó con un mensaje claro y remarcó: “Soy un vecino más, comparto las mismas preocupaciones. Todo lo que estamos haciendo es para la gente, pero también necesitamos de ellos para que la ciudad funcione correctamente”.