Alrededor de 56,000 personas están presas en el sistema carcelario argentino y, del total, 2,500 tienen prisión perpetua. Esto es, aproximadamente el 5%. Con estos números, el Gobierno Nacional está preparando un nuevo proyecto que busca endurecer el código penal con condenas “más punitivas” y firmes. La presentación se hará en las sesiones ordinarias en el Congreso.

Según se expresó, el Ministerio de Justicia trabaja en la redacción de una nueva iniciativa para “elevar todas las penas” porque creen que el Código Penal actual “es muy condescendiente con los victimarios”.

Algunos de los cambios más importantes que busca imponer el Gobierno son:

Modificar el artículo 119 y el 120 del título III, que regula los delitos contra la integridad sexual. El Código actual establece penas de 8 a 20 años de prisión, con agravantes por el vínculo.  La propuesta del Gobierno es introducir penas “lo más largas posibles”   porque “un violador tiene que pasar toda su vida en la cárcel porque no tiene reinserción social”.

Buscan cambiar el artículo 13 del título II, que contempla que una persona condenada a prisión perpetua pueda solicitar libertad condicional luego de los 35 años de condena.  Para el Gobierno, “las penas actuales son irrelevantes” porque “hoy entran y salen al día siguiente  y entonces, ¿cuál es el medio de cometer un delito? Queremos castigar más al delincuente”.

La modificación de la figura de femicidio es otro de los cambios que la gestión libertaria quiere imponer   en el  código penal porque creen que las penas deben ser equivalentes para hombres y mujeres. “Queremos que las penas sean las mismas”, aseguraron.