Nelly Trobbiani, madre de Sergio Rosconi, recordó con profunda emoción su experiencia durante el paso de su hijo por la Guerra de Malvinas. La mujer dialogó con ‘El equipo de la mañana’. Los días de incertidumbre y angustia a la distancia marcaron un periodo duro para su familia.

Cuando fue llamado a prestar servicio, su número era alto, por lo que parecía casi seguro que sería parte de la convocatoria. Rosconi fue trasladado a Buenos Aires, y apenas unos días después, lo embarcaron hacia el sur. Sin embargo, antes de llegar a su destino, su salud se vio comprometida. "Llegó enfermo a Punta Alta, donde estuvo internado durante dos semanas con un cuadro de neumonía", relató Nelly.

A pesar de la preocupación, la comunicación con su hijo se mantenía, aunque de forma limitada. Sergio les pedía que no viajaran a verlo, aunque decidieron hacerlo de todas maneras. "Cuando llegamos, ya le habían dado el alta, así que nos fuimos hasta el regimiento. Campo adentro por un camino sinuoso durante unos 35 kilómetros", recordó la madre.

El soldado casildenses era infante de marina y formaba parte del equipo de apoyo logístico. Durante los primeros momentos de la convocatoria, Nelly y su familia creyeron que la misión del ejército argentino en el sur tenía que ver con el conflicto del Canal de Beagle. "No se mencionaba a las Malvinas", explicó Nelly.

La comunicación durante la guerra era escasa, y la mayoría de los mensajes se enviaban por correspondencia. No obstante, en algunas ocasiones, tenían la oportunidad de hablar por teléfono durante algunos minutos. En todo ese tiempo, Sergio sólo pudo regresar a Casilda por un breve lapso de dos días en 14 meses.

"Mi hijo nos decía que todo lo que veíamos en la televisión no era cierto. El día que hundieron el ARA General Belgrano fue para nosotros un golpe terrible", comentó la entrevistada, visiblemente afectada al recordar los momentos más difíciles de la guerra.

Aunque la finalización del conflicto trajo algo de alivio, Nelly sabía que el regreso de su hijo no sería inmediato. De hecho le tocó regresar en una de las últimas tandas. Sin embargo, la vuelta a su hogar no dejó de estar marcado por la tristeza de saber que muchos jóvenes no tuvieron la misma suerte. "Esta fecha me genera tristeza, porque, si bien Sergio volvió, hay otros miles que se quedaron allá. Muchos de ellos eran chicos de provincias muy distantes del sur. A esas madres las 'arreglaron' dándoles una medallita", expresó con dolor.