Los gobernadores de las 23 provincias y el jefe de Gobierno porteño redactaron un proyecto de ley conjunto que propone modificar una serie de artículos para que los fondos coparticipables dejen de ser repartidos y bloqueados a gusto por la administración de Javier Milei. Según aseguraron en el documento, que incluyó la firma del mandatario santafesino, Maximiliano Pullaro, la sanción del proyecto de ley presentado en sociedad “no afectará la sustentabilidad de las finanzas públicas nacionales”, mientras que, a la par, “generará mayor federalismo a partir de la mayor equidad distributiva.”

Para ello proponen la eliminación de fondos fiduciarios ligados al impuesto al combustible y una readecuación de las disposiciones para repartir los fondos por ATN.

La decisión fue planteada en un comunicado conjunto, dado a conocer este lunes por la tarde, luego de que fracasara una nueva intermediación entre los mandatarios provinciales y el Gobierno nacional.

El encuentro se desarrolló bajo el paraguas del Consejo Federal de Inversiones (CFI), de la que participaron dos funcionarios que responden al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y en donde intentaron sentar posturas sobre el destino de lo recaudado en materia de combustibles líquidos y de aportes extraordinarios (los llamado ATN).

Sin embargo y ante la falta de respuestas concretas (una más), los gobernadores terminaron el encuentro y acto seguido se congregaron para firmar el comunicado conjunto que en los próximos días ingresarían al Congreso en forma de proyecto de Ley.

X de Axel Kicillof

Allí los mandatarios propusieron “la eliminación de todos los fondos fiduciarios que se financien con el Impuesto a los Combustibles Líquidos” y que los ATN “se distribuyan entre Nación y provincias” sin tanta arbitrariedad y de acuerdo a lo establecido por la Ley de Coparticipación 23.548.

En rigor los cambios apuntan a la modificación de un artículo de cada ley, eliminado por un lado los fondos fiduciarios que hoy tienen como destino lo recaudado por el impuesto a los combustibles líquidos, y estableciendo, por el otro, una transferencia más directa de los ATN.

En el caso de los primeros se propone que lo recaudado vaya en un 58,36 por ciento a las provincias, en un 28,69 por ciento para las obligaciones previsionales y solo un 10,40 por ciento al Tesoro Nacional. El 2,54 por ciento restante se destinaría al transporte público de todo el país. Para ello se eliminarían los fondos fiduciarios a los que hoy se destinan tales tributos, entre los que se destacan el Fondo Fiduciario de Sistema de Infraestructura del Transporte y el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica.