Desde hace dos años a esta parte, la comuna de Arteaga tomó la determinación de segmentar el costo de la tasa rural teniendo en cuenta a los pequeños, medianos y grandes productores. El jefe de comuna local, Julián Vignatti, explicó el porqué de esta iniciativa y argumentó que los consideran como "lo más justo".

El cobro del impuesto es potestad de los municipios y comunas locales, el dinero que se recauda tiene como fin el mantenimiento de lo caminos que transitan los chacareros. De todas maneras, no es muy habitual que se apliquen este tipo de esquemas diferenciales. De hecho es un viejo reclamo a nivel nacional de la Federación Agraria Argentina.

"Se segmentó al entender que no tienen la misma capacidad económica todos los productores. y Queremos ser justo en la carga de esto costos", explicó Vignatti en diálogo con CasildaPlus.com. Esta política rige desde hace un par de años, justamente cuando el mandamás asumió en su puesto.

El impuesto estipula cargas impositivas que van en aumento según la cantidad de hectáreas declaradas por cada productor. De 1 a 50 son los contribuyentes más pequeños, luego vienen quienes poseen de 51 a 100, más adelante los de 101 a 200 y prosiguen los que tienen de 201 a 400. La última categoría es la de los propietarios de más de 400 hectáreas, que según el gobierno local corresponde a un grupo muy minoritario que no llega a 10 contribuyentes.

Al mismo tiempo, Vignatti aseguró que hubo buena respuesta de parte los productores agropecuarios y que bajo ninguna circunstancia esto significó una disminución en la recaudación de la comuna.