La Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo tendría decidido no entregar la casa a la familia de María Celeste Fernández, que oportunamente fue beneficiada en el sorteo de viviendas por el rubro discapacidad motriz. Según entienden desde Santa Fe, no se ajustaría a los requisitos que se esperan por un hogar adaptado. Del otro lado, no se quedaron en el molde y pidieron una explicación más profunda.

El disconformismo del núcleo familiar llegó hasta las oficinas municipales y se expidió un documento firmado por el secretario de Planeamiento Urbano, Fernando Sambrailo. En el mismo se detalla la situación y se requiere una solución para quienes realmente necesitan contar con un techo propio.

La mujer y su esposo son padres de tres niñas, y una de ellas es quien posee una discapacidad congénita por una deformidad en su mano. De hecho, está revalidado por un certificado que fue expedido con fecha 2 de mayo de 2017 y contó con el aval de la Junta Evaluadora de Casilda. "La patología limita sus posibilidades de independencia y vínculo con el medio", se puede leer en el documento.

Teniendo en cuenta este último punto, Fernández realizó su inscripción en el rubro Discapacidad Motriz, sin que en el sistema digital conste algún tipo de impedimento. Lo cierto es que la vivienda cuenta con mayor espacio porque se presupone que requiere de movilidad para una silla de ruedas. La problemática es delicada y la decisión que deberán tomar desde Vivienda no será sencilla.