El pasado 17 de mayo, el piloto casildense Alejo Borgiani vivió uno de los días más revolucionados de su ascendente carrera. A poco más de un mes del triunfo en el autódromo de Buenos Aires, ya se está preparando para lo que será la continuidad del calendario del Turismo Nacional Clase 2 en Corcordia. Mientras tanto, se tomó el tiempo para reflexionar.

"El Turismo Nacional es el límite con la profesionalidad. Porque ya en la Clase 3 te encontrás con pilotos que viven de esto. Por ahora tengo que seguir lidiando con mi otra vida", sostuvo en diálogo con Radio Casilda. El hombre del equipo Giaccone Competición todavía divide su tiempo con estudios y trabajo particular. Aunque también incluye en su rutina las visitas al taller, la búsqueda de sponsors y las prácticas.

Más allá de eso, admitió que no se desespera y saber que puede tener continuidad en el deporte. Con apenas 24 años de edad, es todo una promesa al volante. Su padre y su abuelo le inculcaron la pasión por los fierros. Cuando Alejo tenía apenas 3 años le regalaron un karting, que resultó su primer y gran amor. Hoy está recolectando los frutos.

"Los apoyos económicos individuales dependen bastante de las provincias. En los lugares menos densamente poblados y más alejados de la Capital, se nota un mayor aporte al resto de los deportes", manifestó Borgiani respecto de los sustentos financieros externos que siempre son tan necesarios. 

De hecho, opinó que algo similar ocurre con los pilotos argentinos que tienen proyección a competencia europeas. No es fácil captar un apoyo del Estado Nacional. "Por eso hay tanta falta de corredores argentinos a lo largo del mundo. Porque por calidad de manejo estamos muy bien", sostuvo.

El fin de semana del 4 de julio, Borgiani volverá a subirse a su auto para correr en el circuito entrerriano de Concordia. Y se anima a todo. Si bien definió al automovilismo como una disciplina ingrata, se propuso tener la cabeza fría y tratar de sumar la mayor cantidad de puntos de acá hasta el final del año.