Bajan los homicidios en la ciudad, pero no cambian los escenarios de los crímenes
El departamento La Capital cerró el primer semestre con 36 homicidios, la cifra más baja (junto a 2017) de los últimos nueve años. Lo que no se modifica es el lugar donde se concretan los asesinatos: los distritos Suroeste y Noroeste.
De la redacción de Santa Fe Plus
Con 36 homicidios entre el 1º de enero y el 30 de junio de 2022, el departamento La Capital cerró el semestre con la cifra más baja desde 2017, y una tendencia que parece consolidarse: hay una notable baja de los homicidios dolosos si uno toma como referencias los años 2014, 2015 y 2016.
Cabe recordar que el departamento cerró 2021 con la menor cantidad de homicidios de la última década, y que en mayo, por primera vez en 8 años, hubo un mes sin asesinatos, en una ciudad con una tasa de homicidios históricamente alta.
Lo que no se modifica con el correr de los años es el escenario de los crímenes. Tal como publicó Santa Fe Plus en el mes de febrero, entre 2001 y 2021 los distritos Suroeste, Noroeste, Oeste y Norte concentraron el 75,3% de los crímenes. El 24,7% restante ocurrió en los distritos Este, La Costa, Centro y Noreste.
En lo que va de 2022 esa tendencia se mantiene. De los 32 homicidios dolosos ocurridos en la ciudad de Santa Fe (hubo además dos en Santo Tomé, uno en Sauce Viejo y uno en Monte Vera) el 81,25% ocurrieron en los distritos Noroeste, Suroeste, Oeste y Norte; el 18,75% restante tuvieron lugar en los distritos Este, La Costa y Centro, mientras que no se registraron este tipo de hechos en el distrito Noreste.
De los 36 homicidios, en 34 de ellos la víctima fue un varón: 14 de ellos (41%) tenían entre 25 y 40 años, 13 (38%) tenían entre 17 y 25 años y los 7 restantes (20%) más de 40. Los otros dos homicidios se investigan, por el momento, como travesticidio (Aldana Lorenz) y femicidio (Aixa Cuello).
La proliferación de armas de fuego sigue marcando el ritmo de las muertes en la capital provincial: en el 75% de los casos fue el arma utilizada para dar muerte a la víctima. En el 19% de los casos se utilizó un arma blanca y en el 6% el crimen se cometió con golpes.
El lejano oeste
Con datos del Censo 2010, el Programa de Estadísticas e Investigaciones Sociales y Económicas del Gobierno de la ciudad de Santa Fe, durante la gestión de José Corral, publicó un informe que permitía conocer el porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas en cada distrito. Por si hiciera falta aclararlo, no se trata de vincular delito y pobreza, prejuicio que lleva a la estigmatización de los sectores humildes. Sí, en cambio, de comprender que aquellos sectores en los que el Estado no interviene sufren la mayor cantidad de crímenes.
En ese sentido, el Noroeste es el distrito con mayor cantidad de hogares con NBI: 13,8%. Lo sigue La Costa (10,3%) que no es uno de los distritos más violentos en cantidad de crímenes, pero sí en tasa de homicidios. Suroeste tenía en ese momento 6,7% de hogares con NBI y el Oeste 5,3%.
En 2014, Néstor Gómez y Guillermo Velázquez publicaron un trabajo académico sobre "Calidad de vida y crecimiento demográfico en el Gran Santa Fe". Las áreas con calidad de vida "más favorable", según el trabajo, "acapara los sectores centrales (micro y macrocentro)". "La situación favorable se dispone a modo de un anillo que envuelve al anterior, continuando con las categorías desfavorable y más desfavorable en los sectores eminentemente periféricos".
Precisan que el centro es "donde se concentran las mayores proporciones de población con estudios universitarios completos y con obra social; así como altas proporciones de hogares conectados a redes de cloacas y de gas como asimismo casi totalidad de cuadras de las calles asfaltadas", mientras que la periferia "acusa los mayores índices de población hacinada, sin inodoro y con estudios primarios incompletos, y a su vez se dan bajas proporciones de cobertura de redes de servicios y de pavimentado de calles".
"En el caso de Santa Fe, en primer lugar, la sucesión del anillado se presenta muy nítida partiendo del centro hacia el cardinal norte. En cambio, la transición desde el centro hacia el sector oeste es abrupta, e incluso no se produce la sucesión completa de anillado, dado que de la categoría más favorable (en el centro y macrocentro) se pasa directamente a más desfavorable", remarca.