El cronograma electoral lanzado en las últimas semanas aceleró, naturalmente, la carrera por la gobernación, sobre todo en el peronismo, desde donde recién se están poniendo las zapatillas. Mientras, a tres meses del cierre de listas, el gobernador Omar Perotti sigue sin dar definiciones sobre la hoja de ruta, el resto está apenas dando señales. 

La oposición espera al oficialismo con la artillería casi armada, cuando la teoría indica que el que debe estar más consolidado es el oficialismo, justamente por ser gobierno. Una gestión sólida y una conducción férrea le dan sustento a esa teoría, pero parece que este no es el caso. Es ahí cuando relucen los problemas del peronismo que se arrastran desde que ganó la Provincia: nunca fue unificado y le achacan la responsabilidad a Perotti por no abrir el gobierno.

En marzo habrá un congreso del PJ provincial donde podrá empezar a encaminarse los lineamientos generales. Ponerse de acuerdo parece mucho para esa fecha. Hasta ahora el rossismo con Leandro Busatto y el Movimiento Evita con el diputado Eduardo Toniolli se lanzaron a la gobernación. El intendente de Funes, Roldiver Santacroce, se mostró con intenciones de competir, lo que se entiende más como un posicionamiento tras una aceptable gestión que una realidad. Dejar los beneficios del jardín para pasar de un salto a los problemas de la universidad no parece ser negocio. 

Santacroce habla como un perottista. El otro perottista es Roberto Mirabella que insiste con ser el candidato oficial pero no prende. Posiblemente esté en boxes por si Marcelo Lewandowski finalmente no es elegido. El rosarino es el que puede mover el amperímetro electoral aunque aún no se sabe si puede llegar a ser competitivo contra el frente de frentes opositor.

En ese sentido, algunos estudios cuantitativos y cualitativos encargados a una consultora de calibre nacional serán clave para la definición del candidato. Hay ansiosos que le preguntan cuándo larga y éste responde que están construyendo. Hay otros ansiosos que empezarán a raspar.  

“Estamos haciendo lo que hay que hacer y un poco más. No nos hacemos los distraídos, no le sacamos el cuerpo”, dicen en su entorno. Pero también aclaran que hay un contexto que no depende de ellos. Tuvo reuniones con Sergio Massa, con Cristina Fernández, y otras figuras nacionales que hicieron ruido en la provincia. Se van a repetir esos encuentros e incidirán en el escenario provincial. El peronismo se puso las zapatillas pero aún falta para atarse los cordones.