Al cumplirse 40 años ininterrumpidos de democracia en nuestro país, el gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, organizó una Jornada de Memoria, Reflexión y Compromiso que tendrá lugar el día martes 14 de noviembre a las 10.30 hs., y que será acompañada por organismos de Derechos Humanos e integrantes del Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe.

El lugar elegido para realizar la actividad conmemorativa es el Campo Militar San Pedro, ubicado en ruta provincial 82-S, zona rural de la localidad de Campo Andino, señalizado como Sitio de la Memoria, ya que el lugar se utilizó como un centro de enterramientos clandestinos durante la última dictadura militar.

Con el objetivo de reflexionar y transmitir nuestro pasado reciente y avanzar en la promoción de los derechos humanos y los valores democráticos, fueron invitados a participar estudiantes de distintas escuelas secundarias de la ciudad de Santa Fe, como así también la propuesta de una visita guiada destinada a trabajadores y trabajadoras de la comunicación.

En ese sentido, la ministra Celia Arena destacó “la importancia de conmemorar un nuevo aniversario de nuestra democracia, que más allá de las diferencias y los colores políticos, hace 40 años que sostenemos y defendemos. Aunque hoy algunos se atrevan a cuestionarla. Celebro que participen las escuelas secundarias porque siempre creí que somos hijos e hijas de nuestra historia. Y tener memoria supone no sólo una conmemoración sino una responsabilidad. Memoria es llamar a las cosas por su nombre”. Y continuó: “hoy el Campo San Pedro nos invita a mirar unos años atrás, pero sobre todo nos compromete a mirar hacia adelante. Llenémoslo de memoria, de verdad y de justicia, que tenemos aún el desafío de construir futuro para rato”.

CAMPO MILITAR SAN PEDRO, SITIO DE LA MEMORIA

El Campo San Pedro, originalmente un predio de entrenamiento y maniobras del Ejército Argentino, está ubicado en la zona rural de la localidad de Campo Andino, a 12 km de Laguna Paiva.

A partir de trabajos de investigación llevados a cabo por organismos gubernamentales y no gubernamentales de Derechos Humanos y al aporte testimonial de un antiguo encargado civil del campo, de vecinos de la zona y de un ex Personal Civil de Inteligencia del Ejército, se pudo establecer que este lugar se utilizó como un centro de enterramientos clandestinos durante la última dictadura.

En base a estas investigaciones, en junio de 2010 el Equipo Argentino de Antropología Forense halló una fosa común con los restos de 8 personas. De ellas, 6 fueron identificadas: María Esther Ravelo, Gustavo Pon, María Isabel Salinas, Carlos Bosso, Oscar Winkelmann y Miguel D’Andrea, que se encontraban como desaparecidas desde 1977, los restos de las otras dos aún no han sido identificadas.

En tanto, continúan las tareas encabezadas por antropólogos, geólogos, el Equipo Argentino de Antropología Forense, las Secretarías de Derechos Humanos de la Provincia y Nación que trabajan en la búsqueda de más enterramientos según nuevos testimonios de lugareños. Se suma además, el acompañamiento que realizan Protección Civil, la Dirección de Vialidad Provincial y la Unidad Especial del Programa de Protección a Testigos y Querellantes en causas por delitos de Lesa Humanidad del Ministerio de Seguridad de la provincia, la Secretaría de Prácticas Socio Comunitarias del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de  Ignacio Martínez Kerz, la colaboración del Área Técnica y Arquitectura del Ministerio de Desarrollo Social en materia de señalización del ingreso y el acondicionamiento del entorno de la casona, del trayecto de acceso hasta el sector de la fosa y del espacio para su contemplación.

Cabe destacarse que, entre las gestiones con Nación, se acordó un permiso precario de uso gratuito a favor de la Provincia sobre 20 hectáreas del predio. Esto posibilitó impulsar desde el Gobierno un proyecto de aprovechamiento de esas tierras para transformarlas en un polo productivo de agricultura familiar en coordinación con los movimientos sociales. Y de ese modo abordar integralmente una activa política de Estado de Memoria, Verdad y Justicia, reconocida y prestigiada en el mundo.