La llegada de la primavera y el aumento de la temperatura, crean un clima más propicio para que las colonias de abejas comiencen con el pecoreo. A su vez, la presencia de mayor alimento hace que los grupos aumenten su tamaño y se produzcan el fenómeno conocido como "enjambrazón". Los insectos buscan nuevos hogares y a veces se instalan en lugares poco convencionales para los humanos.

Desde la Secretaría de Salud Pública del municipio, se sumaron a la campaña que llevan adelante desde el Senasa y el INTA para preservar la vida de estos fundamentales animalitos. Generalmente, cuando están en busca de un nuevo hogar, a veces se refugian en huecos de árbol, rollos de persianas o cielorrasos. 

Lo primero que se debe tener en cuenta, es no realizar acciones que pueda hacerlas sentir atacadas. "Hay evitar entrar en contacto con las colmenas si no se tiene un conocimiento previo. Son insectos que sólo tienen posturas defensivas cuando sienten una amenaza", manifestó Ariel Aquili, secretario de la cartera sanitaria local.

Los ataques en grupo de las abejas pueden ser riesgosos para la salud humana. Por esa razón, es mejor dar con un apicultor que sepa controlar la situación. En Casilda, se pueden comunicar al número 03464-15507432.

Por lo general, las nuevas colonias se instalan en lugares en los que encuentran disponibilidad de alimento y agua. Lo que les ayudan a formar un "nuevo hogar". Dentro de cada grupo, hay una reina que "organiza" al resto. Y es nada menos que un potencial núcleo productivo para cualquiera apicultor.

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