El comportamiento de los clientes de la ciudad que asisten semanalmente a los supermercados está variando progresivamente. Aparecieron métodos alternativos al pago en efectivo y hasta existen quienes prefieren financiarlo. Lo cierto es que los changos repletos son cada vez menos frecuenten en las colas que se apostan frente a las cajas registradoras.

Desde el Autoservicio Mi Granjita, se aportaron algunos datos de interés que ayudan a entender como se llevan adelante las compras. En primer término, vale recalcar que los usuarios dejaron de apostar netamente a las primeras marca y optan por otras alternativas. La diversidad es tan grande que hay personas que recorren varios lugares antes de seleccionar un determinado producto.

El volumen de las compras también variaron. Los chnaguitos no son tan utilizados como los canastos de mano. Es una forma de no tentarse a llevarse más de lo necesario e incurrir en gastos excesivos. Incluso es muy común ver clientes con calculadora en mano.

"En general la gente no se queja tanto de los aumentos de la mercadería como lo hace con los servicios, por ejemplo. Es algo que tienen más asimilado", manifestó Agustina, propietaria del local. En ese sentido no se ve una merma en las ventas pese a que el porcentaje de incremente ya ronda el 25% en lo que va del año.

Por otro lado, el efectivo dejó de ser un medio exclusivo. Surgieron alternativas como del débito y las tarjeta de crédito, que otorgan hasta planes de tres coutas sin interés.