En la ciudad, no son pocos los ejemplos de sitios públicos que no cuentan, como mínimo, con una rampa que permita el cómodo acceso a las personas con discapacidad motriz.  El caso más notorio, y muchas veces recalcado, es el del edificio de la Municipalidad. Los años siguen pasando y nadie parece querer hacerse responsable de una necesidad tan básica.

Hoy en día, el gigante situado en la esquina de Buenos Aires y Casado tiene vedado su ingreso a quienes se maneja con una silla de ruedas. En la parte frontal se pueden ver tres escalones de mármol imposibles de esquivar. En tanto que en el acceso lateral, también hay peldaños. Menos imponentes, pero igualmente resultan un estorbo. Incluso ni siquiera existe un ascensor para subir a la planta alta, donde están, por ejemplo, el recinto de los concejales y el Salón Dorado. De todo que el Palacio Municipal, al día de la fecha, no está en condiciones de recibir a un posible edil con discapacidad motriz. Así de cruda como lee, es la realidad.

Otra institución que increíblemente no tiene rampa es ANSES, recientemente mudada a Lisandro de la Torre, entre 1° de Mayo y Sarmiento. Hay un escalón benévolo en la puerta principal, probablemente fácil de sortear para quienes van acompañados. Pero de total discriminación para el que no cuenta con esa fortuna. En cuanto a las plazas, una de las más visitadas es la San Martín, sin las inclinaciones necesarias en las esquinas. 

No todas son tan pálidas. Otros ejemplos dan cuenta de construcciones que sí han tenido en cuenta la inclusión. En ese apartado, se puede mencionar a la Biblioteca Carlos Casado y el Correo Argentino. En ese último caso, la rampa no tiene tantos años desde su implementación. Pero bien vale el aggiornamiento

En el Teatro Dante también hay pulgar para arriba. La pendiente de acceso se sitúa sobre calle Dante Alighieri. Algo similar ocurre con la Parroquia San Pedro, que vista de frente parece toda una aventura para alguien que quiere llegar hasta la puerta principal con movilidad reducida. Pero tiene su acceso con declive paralelo a la calle Buenos Aires.

En tanto que, el Museo Santos Tosticarelli también podría nombrarse entre los sitios aprobados. La rampa tiene su salida por calle Catamarca. Pero el problema es el desnivel que se ve en la vereda de dicha arteria.