La oficina situada sobre Fray Luis Beltrán al 2200 estuvo atendiendo en las últimas jornadas con mucha intermitencia y recorte de los horarios habituales. Se trata de un reclamo que hay a nivel provincial por cargos mal categorizados que otorgó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. En Casilda, por ejemplo, se nombró como jefa a una persona que nunca trabajó aquí.

"Estamos en un estado de asamblea. Reclamamos por las categorías dentro de la carrera administrativa que tiene la función pública. Se han otorgado cargos, mediante decretos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que no nos dejan conformes", adelantó Andrea Villar, una de las tres oficiales públicas que tiene la ciudad.

Si bien los decretos provinciales dieron la luz verde para que muchos empleados tengan las categorías que le correspondían, en otros casos hubo mucho ruido. Además, hay quejas por subrogancias a niveles departamentales. "Queremos que cada uno tenga la categoría de la función que realmente cumple", insistió Villar.

Además de la mencionada entrevistada, en la ciudad hay otras dos mujeres que se desempeñan en el Registro Civil local sin tener la categoría de oficial público. Y para colmo, se nombró a una persona de Santa Fe como jefa de esta sede.

Las medidas de fuerzas iniciaron el jueves de la semana anterior y se extendieron lunes, martes y miércoles con desafección de las tareas durante las últimas dos horas (de 10 a 12). Por estas horas se espera por una reunión para saber que pasará este jueves.

En principio, el paro no afecta a trámites impostergables como nacimientos y defunciones. Tampoco a uniones civiles que ya tenían su turno programado.

Andrea Villar, Registro Civil de Casilda