El clásico de Arequito siguió una vez concluido el juego. Lo peor es que lo continuaron los hinchas y de la peor manera. Los de Nueve y Belgrano se encontraron en la rotonda, en el reloj que se ubica frente al Ferroclub y se tomaron a golpes de puño.

La pelea entre ambas barras había surgido en la cancha una vez terminado el partido de reserva. Usualmente en este tipo de partidos, se pacta que representantes de ambas hinchadas ingresen al terreno a colocar tachos de humo para preparar el recibimiento. Los de Belgrano colocaron los suyos y cuando ingresaron los de Nueve, los corrieron unos metros. Eso provocó el primer encontronazo.

La policía irrumpió con disparos de balas de goma al aire para disipar un tumulto que se había dado a partir del ingreso al campo de hinchas del Azul con el objetivo de salir al cruce de los del Verde que habían invadido el espacio ganado para el recibimiento de la Pantera.

El partido se desarrolló bajo los carriles normales pero una vez finalizado, con el triunfo del Pulgón, el clásico siguió fuera del campo. La salida de los simpatizantes de Belgrano no fue nada cómoda y por ende, hubo represalias.

Alrededor de 50 personas identificadas con uno y otro equipo del pueblo se dieron cita en el reloj de la rotonda lindera al Ferroclub y hasta que no llegó la policía, se trenzaron en una pelea de dimensiones considerables que terminó sin detenidos ni demorados.

“Siendo las 20.30 nos avisaron de una gresca entre gente de ambos clubes. Se intervino, se pudo frenar la pelea y se fueron a sus respectivas sedes. Siempre posterior a un clásico o finales, se refuerza la guardia para evitar este tipo de situaciones. Esta gresca, de este tamaño, no se pensaba que podía llegar a pasar”, reconoció en Radio Casilda Maximiliano Roldán, el jefe de la comisaría séptima de Arequito.