La mega estructura destinada al centro médico integrador comunitario de Granaderos a Caballo quedó desperdiciada. Paredes levantadas, algunas de ellas rebocadas, con su techo colocado, pintan un panorama desolador en Rioja y San Lorenzo. Ocupantes transitorios se ocuparon de darle una utilidad al espacio que usan en forma de aguantadero. Ante esta situación, es clave retomar la obra.

Hace más de un año, el Intendente Juan José Sarasola viajó a Buenos Aires para resolver la problemática. Pasó el tiempo y en estos días, se retomó la idea de reinstalar las maquinarias y finalizar las obras para ser destinadas a dependencias públicas, que alquilan lugares en otros puntos de la ciudad.

Además de ahorrarse ese gasto, el Municipio lograría darle vida al barrio y descentralizar las oficinas de trámites. Con una la misma acción, también alejaría el peligro de tener una estructura abandonada que sirve de escondite para los vándalos.

Si bien las versiones que circulan son extraoficiales, se despertó entusiasmo en Granaderos ya que los vecinos celebran que haya un movimiento futuro en sus adyacencias. El paso que sigue es el más complejo. Tramitar los fondos para luego poner manos a la obra.