El 18 de febrero de 1964 se constituyó la comisión provisoria, poniendo como fecha de Asamblea General para la fundación de la institución el 28 de junio de ese mismo año. Con Domingo Churriguera como presidente de la asociación y Agustín Santiago como primer jefe del cuerpo, aparecieron los bomberos casildense. Aunque los comienzos resultaron duros y recién a partir de las década del '70 pudieron apostar a la profesionalización del servicio.

Según lo narró Paula Elustondo, en la revista revista del Concejo Nacional de Bomberos, a necesita de contar con los uniformados en las calles de la ciudad no fue hecho fortuito. El mismo Domingo Churriguera era propietario de una fábrica de balanzas que se incendió y le hizo ver las carencias que tenía la sociedad. Junto a otros hombres, como Elso Ingaglio, Agustín Santiago, Avelio Gentili, Luis Garma y David Boeri, crearon la Asociación de Bomberos Voluntarios de Casilda. Aunque costó conseguir el apoyo de la comunidad.

Hacia fines de 1965 se produjo otro siniestro de importante magnitud, en la actual tienda La Unión. Por lo que a partir de allí se destinó un espacio exclusivo en la jefatura de policía. Cinco años después se concretó la compra del galpón de calle Zeballos al 2100, sitio que hoy es el cuartel oficial.

El transcurrir del tiempo hizo que las mejoras llegarán por decantación. Al preparamiento de cada miembro del cuerpo activo, se le sumó el equipamiento de primer nivel y una sede que se puso en las condiciones que se requeria. En la actualidad, Bomberos Casilda posee tres autobombas, dos camionetas de traslado, una escalera mecánica, campo de entrenamiento propio y una dotación de 40 bomberos.

Desde Domingo Churriguera, hasta Fabián Piazza, pasando por Agustín Santiago y culminando en Federico Censi. Pasado y presente. Unidos en una estructura que tiene sus cimientos bien firmes y que representa uno de los mayores orgullos de la comunidad casildense desde hace nada menos que 55 años.