En el universo de las comunicaciones, los vivos se cuentan a millones. Por más que esta rima puede parecer risueña, lo cierto es que acarrea demasiada realidad. Durante las últimas semanas, la Delegación Casilda de la Defensoría del Pueblo recibió quejas que se repiten respecto de supuestos empleados bancarios que ofrecen cambiar billetes viejos por los nuevos que han entrado recientemente en circulación.

El “cuento del tío” se inicia con una llamada por teléfono, en la cual una persona se hace pasar por bancario, o bien por un familiar, y convence a la víctima de quitarle el dinero que “ya no es útil”. Generalmente, los mayores afectados por esta estafa son jubilados que terminan perdiendo sus ahorros.

En una de sus variantes, los delincuentes llegan a decirle a sus presas que deben juntar todos sus billetes de cien pesos y cambiarlos por los nuevos de 500 pesos. Al poco tiempo, otra persona X se presenta en el domicilio haciéndose pasar por representante del que llamó anteriormente y concreta el delito.

Es aconsejable, en caso de recibir un llamado de alguien desconocido que dice ser empleado de una sucursal bancaria, cortar de inmediato la comunicación y por supuesto no dar ninguna información personal. Caso siguiente es conveniente radicar la denuncia ante personal policial. Además, es preciso recordar que la Defensoría del Pueblo atiende de lunes a viernes, de 7.30 a 12 h, en Buenos Aires 1820.