El sistema educativo integra a docentes, estudiantes, secretarios, psicólogos, porteros, directivos y otra gran cantidad de trabajadores, pero además es parte fundamental de una maquinaria comercial que depende en gran parte de que ese sistema educativo esté en movimiento. 

Los kioscos aledaños a los establecimientos educativos, los comercios que venden uniformes escolares o guardapolvos, las modistas encargadas de refaccionarlos, los remiseros que llevan a los chicos hasta la puerta de la escuela y, por supuesto, las librerías. 

En las primeras horas del miércoles y para hablar de este tema, El equipo de la mañana de Radio Casilda estuvo en comunicación telefónica con Ana Laura Rochi, quien integra una de las librerías más emblemáticas de la ciudad de Casilda como es Compañía Dulce. 

“Desde la semana pasada empezaron a acercarse al local a hacer algunas compras pero antes de eso, nada”, dijo. “Y es que hay una gran incertidumbre por cómo serán las clases este año, pero también pasa que a la gran mayoría de los estudiantes les han quedado los cuadernos y útiles escolares que compraron el año pasado”, explicó.

Las compras tampoco fueron sencillas para las librerías ya que las mayoristas tampoco cuentan con gran cantidad de mercadería porque no se quieren a arriesgar a fabricar de más. "Empezamos en enero con las primeras compras, fueron complicadas por toda la mercadería que queda del año pasado, porque cuando se decretó la cuarentena se cortó la temporada al medio", sostuvo Ana Laura.

"Y las cantidades fueron reducidas por miedo a que vuelva a pasar lo mismo. Optamos por comprar menos e ir viendo qué pasa, es incierto para todos", remarcó.

Al ser consultada por las demandas, comentó que lo más vendido son repuestos de hojas, carpeta tamaño carta de 3 aros, carátulas, folios, cartuchera y todo lo que lleva adentro (lápiz, goma de borrar, sacapuntas, goma de pegar, pinturitas) En cuanto a los precios explicó que varían mucho entre primeras y segundas marcas.

“Vemos que hay papás que optan por primeras marcas porque duran más pero muchos que no tienen la posibilidad y eligen segundas marcas, con las que pueden empezar tranquilamente.”

En cuanto al presupuesto, los combos escolares de primeras marcas oscilan entre 3500 y 4000 pesos, mientras que las segundas marcas implican una reducción del 50% y alcanzan con $1800 o $2000.