Victoria ajustada, pero victoria al fin. Sevilla derrotó 2-1 a Leicester en el juego de ida de los octavos de final de la Champions League. Por cómo jugó y el hecho de haber sido local, el resultado es bueno pero demasiado corto.

Con Sampaoli en el palco, aún sancionado por su expulsión ante Juventus, el conjunto Nervión fue mucho mejor que su rival. Manejó el juego y tuvo un muchísimas situaciones de gol. A tal punto que falló un penal en el inicio del juego. Joaquín Correa pateó débil y Kasper Schmeichel le detuvo el tiro.

Diez minutos después, Pablo Sarabia conectó un centro desde la izquierdo y estableció el 1-0 para los del casildense. Y ya en el segundo tiempo, el tucumano Correa se tomó revancha del penal fallado y puso el 2-0 parcial tras una maniobra de Jovetic.

Los dirigidos por el casildense continuaron dominando el trámite y controlando el juego pero un contragolpe, llegó el tan temido descuento. Jamie Vardy concretó la única situación de los británicos y le puso suspenso a la serie. El gol de visitante es sumamente valioso y los de Claudio Ranieri lo celebraron como un triunfo.

La revancha se jugará el martes 14 de marzo en Inglaterra y falta mucho trecho por recorrer. Ahora, Sampaoli y su Sevilla se enfocarán en la Liga. La buena es que este miércoles perdió el líder, Real Madrid, ante Valencia y el sábado, será el turno para que los del Zurdo enfrenten al Betis en el clásico andaluz.