Hacía siete días que se aguardaba el desenlace del aumento requerido por el Ejecutivo municipal en el Concejo casildense. Parecía que imperaba una buena sintonía en el cuerpo deliberante, pero esa impresión se esfumó rápido con las declaraciones del arco opositor. La situación se dilató hasta este martes, cuando el parlamento local votó y aprobó un aumento del 33% de la tasa municipal.

El pedido bajó desde el intendente Juan Sarasola, previa evaluación del secretario de Hacienda, Juan Pablo Massetani. El bloque conformado por el presidente del Concejo, Mauricio Plancich, y los otros integrantes del Frente Progresista Cívico y Social, Lorena Casati, Pablo Zanetti y Hugo Racca, dieron el visto bueno a la suba considerando que la inflación general, se vuelca en todos los aspectos, incluso en este puntualmente.

Como lo habían manifestado públicamente, Andrés Golosetti y Antonia Pierucci votaron en contra, con el argumento de que el servicio de alumbrado, barrido y limpieza está lejos de ser el ideal. El edil Pedro Sanitá se abstuvo porque su idea no fue tenida en cuenta. El justicialista pensaba en imponer un incremento de un 22% que impacte menos en el bolsillo del ciudadano.

Una vez culminada la votación, el concejal Golosetti dejó la sala debido a que tenía previsto realizar un viaje en horas del mediodía. La idea primaria refería a un aumento del 38% aunque luego de pasar por estudio de comisión en la semana, se decidió bajar del 38 al 33%, y fue ese y no el proyecto original el que llegó a la votación.

Por mayoría y tal cual se avizoraba desde los discursos hechos en forma pública, el bloque oficialista apoyó el proyecto del Ejecutivo, y la suba de la tasa municipal es un hecho.