Los conductores que ingresan a Casilda desde Los Molinos o Sanford sufren la falta de iluminación y señalización en los extremos de la obra que se realiza en el Boulevar Tomat. Ya sea desde la ruta 92 o la 33, los automóviles se encuentran de golpe con las vallas y los tachos.

No hay ningún tipo de señalización en estos desvíos, y durante la noche se profundiza el inconveniente ya que se suma la falta de una iluminación artificial ante la desaparición de la luz natural. Se ve muy poco y, por ende, la zona es propicia para accidentes, advierten.

Un casildense que tomó ese camino en la noche del miércoles advirtió de la situación a Casildaplus.com. "Si ven el desvío que está a la altura del puente, es mucho peor. Los árboles hacen más oscuridad, te los encontrás de golpe y si no conocés el camino, tenés que saber repentizar sobre la marcha", remarcó el hombre, de nombre Hernán.

En la otra gran modificación estructural que vive la ciudad sucede algo similar. El trayecto de 9 de Julio desde Lisandro de la Torre hasta la ruta 33 tampoco está señalizado de forma correcta aunque la circulación es reducida y, además, hay mejor iluminación en la zona. Sin embargo, se recomienda circular con precaución en ambos sitios.