A más de un mes del inicio del otoño sigue llamando la atención en los pobladores locales y de la zona, la presencia de insectos nocturnos que se agolpan bajo alguna lámpara o se recluyen para 'cantar' entre las hiervas. Claro está, la referencia a para los grillos. Que, al parecer, han optado para ser una buena compañía en los hogares particulares durante esta cuarentena.

Amados por quienes creen que atraen la buena suerte y odiados por aquellos que no soportan su chirrido nocturno, los grillos se convirtieron en factor común de las escenas actuales. Para tratar de dilucidar este enigma, CasildaPlus.com se contactó con el ingeniero agrónomo, Jorge Frana. 

Wikipedia define científicamente al insecto como Acheta domesticus, aunque el colaborador del INTA Rafaela lo resumió como grillo común. Para diferenciarlo de las especies que habitan los campos y sí pueden ser consideradas como plagas. En concreto, lo que sucede en Casilda y alrededores al parecer tuvo su precuela en otras zonas aledañas. Por ejemplo, el pasado mes de enero en la localidad cordobesa de Morteros.

De todas maneras, Frana, quien además es vicepresidente de la SEA -Sociedad Argentina de Entomoligía- repara en el hecho de que para afirmar que hoy existe "una invasión", sería pertinente tener datos concretos. Más allá de lo notorio, no existe una medición anterior que refiera que el número concretamente se incrementó. Aun así elegimos creer lo que ven nuestros ojos y no dejamos de sorprendernos. 

Con respecto a este último punto, el especialista en entomología -estudio de insectos- aseguró que se trata de bichitos con hábitos nocturnos, que se ven atraídos por las luces de la ciudad. Con lo cual, él estima que las playas de estaciones de servicio son un buen lugar para saber si efectivamente las colonias crecieron en número.

Lo que interpreta el ingeniero respecto de la gran duda que rodea a este fenómeno, es que tal vez los grillos tuvieron dos generaciones esta temporada. Cuando normalmente sólo poseen una por sus estados de desarrollo. Los que posiblemente están aflorando ahora son los adultos de esa segunda camada. A saber, son inofensivos, omnívoros y su dieta se basa en semillas y otros insectos. "Anteriormente se les temía porque se decía que se comían la ropa. Pero eso cambió porque la industria textual modificó los diseños con telas más sintéticas", refirió Frana.

Pero entonces, ¿cuando se van a ir? También hay una hipótesis sobre ello. "Me animo a decir que en un período no superior a las dos semanas van a comenzar a desaparecer", contó el rafaelino. Tan pronto aparezcan las primeras heladas buscaran resguardo.