El Ministerio Público de la Acusación continúa con la investigación del episodio de apremio ilegal sufrido por un joven que recibió una brutal golpiza por parte de ocho policías. La víctima ya relató cómo sucedieron los hechos, y ahora agregó tener “miedo de que tomen represalias”. Por su parte, el jefe de la Unidad Regional IV de policía dijo estar sorprendido por lo sucedido e indicó que los policías involucrados continúan en sus tareas.

Igual que lo hizo el viernes con CasildaPlus.com, Sebastián Galván, el joven que recibió la golpiza, también dialogó con Radio Casilda. “Tengo miedo de que tomen represalias. Que pasen y me maten”, se sinceró.

"Después de la paliza sentí que se me iba la vida. Llegué  a mi casa y mi mamá no me reconocía. Hoy veo un patrullero y me da miedo porque lo que viví no se lo deseo a nadie”, agregó.

Galván reconoció que tuvo problemas con la ley en el pasado, pero que en la actualidad procura reencauzar su vida. “Estoy tratando de hacer las cosas bien. No me hago el santo porque no lo soy. Tengo antecedentes y errores como cualquiera. Pero en esta ocasión me llevaron sin motivo y me pegaron sin decir nada”, señaló.

En diálogo con la mencionada emisora, el jefe de la Unidad Regional IV de policía Carlos Ariel Pross confirmó que los policías involucrados “continúan trabajando y están a disposición de la Fiscalía. Hay un trámite administrativo que se está llevando adelante”.

Dijo que la situación fue “una sorpresa” porque “nosotros estamos trabajando para otras cosas, no para esto. Estamos al servicio de la sociedad”.

Pross agregó: “Hasta el momento, no habíamos tenido inconvenientes de este tipo. El Ministerio Público de la Acusación llevará adelante medidas y veremos que resulta”.