En nuestra ciudad y pueblos vecinos, el esfuerzo de quedarnos en casa está dando resultados. Los números hasta este sábado 4 de abril indican que tenemos 5 casos confirmados (2 en Casilda, 2 en Pujato y 1 en Chabás) y otros 5 que están siendo evaluados como sospechosos (todos de Casilda).

Este viernes, la población más vulnerable al virus, se amontonó en la puerta de los bancos para poder cobrar, según el cronograma dispuesto por Anses.
Personas amuchadas, sin elementos de protección, tratando de cobrar su jubilación o la ayuda del gobierno, generó preocupación y disparó una pregunta: ¿aumentará la cantidad de contagios y acelerará el pico de la enfermedad?

Especialistas a nivel nacional coincidieron en que fue contraproducente romper la cuarentena, ya que demasiada gente agrupada puede acelerar la curva que están tratando de frenar, pero que no haría saltar el pico que se espera para mayo.
Ahora resta esperar hasta el 14 del corriente, para saber si esta falta de organización en las grandes ciudades llevó a padecer más personas contagiadas, sobre todo en lo que se considera “población de riesgo”, que son los mayores de 60 años.

La situación local se planificó con anterioridad en las entidades bancarias, donde personal municipal desinfectó y delimitó distancias con marcaciones en el piso, así como también los empleados bancarios colaboraron sacando sillas a la vereda, para que la espera esté distanciada metro y medio y para que además sea lo más cómoda posible.

Desde este lunes, con las nuevas medidas del gobierno nacional, varias actividades quedarán exceptuadas del cumplimiento de la cuarentena y eso generará mayor circulación de personas. 
Al reactivar algunos sectores de la economía surge nuevamente la preocupación, incluso en trabajadores exceptuados, de si esto contribuirá a aumentar el riesgo de transmisibilidad del virus. Países que priorizaron el comercio por sobre la salud, hoy cuentan a sus muertos de a miles (EEUU 8.133, España 11.814, Italia 15.362).

Otro escenario a pensar es si estos días de aislamiento fueron necesarios para que luego progresivamente, comiencen a funcionar otras actividades y que, a su tiempo, la situación regrese a la “normalidad”.

Ninguno de nosotros está preparado para una situación de tal magnitud. Pero cada uno es responsable de su salud, adoptando las ya conocidas medidas preventivas, para que ese microscópico bicho no nos mate. 

No hay muchos caminos posibles, lo que hay por delante es Cambio o es Abismo.