El Municipio comienza a darle fin a una obra esperada no sólo por los casildenses, sino también por varias localidades de la región. El renovado predio de Sapem, donde funcionaba el basural, fue reacondicionado y tiene lista la cava donde se depositarán los residuos domiciliaros. Las tareas realizada impactan a la vista.

La cava posee un profundidad de diez metros -cuatro más que el proyecto original-, tiene 100 metros de largo por 70 de ancho. Se escogió un sector con una terreno arcilloso que reduce a prácticamente cero la posibilidad de desmoronamiento. De hecho ser realizó un estudio a pedido de Medioambiente para comprobar la impermeabilidad.

Para llegar hasta el predio hay que trasladarse por Ovidio Lago, cinco kilómetros por tierra luego de atravesar América. En ese sentido, se buscará hacer un estabilizado para no tener complicaciones los días de lluvia. Este relleno sanitario fue posible gracias a los recursos que el Gobernador, Miguel Lifschitz entregó al Consorcio Girsu en una de sus últimas visitas a la ciudad.

Para que se ponga en marcha, todavía falta colocar el tejido perimetral y extender las red eléctrica. Algo que no debería llevar más de tres o cuatro semanas más. Cada comuna que ingrese basura a la cava deberá abonar un precio por tonelada ue todavía está definiendo entre los miembros del Consorcio. Ese monto servirá para amortizar el tiempo de vida útil del terreno que se estima entre 10 y 15 años.

El Consorio Girsu Intercuenca fue conformado en 2016 para reducir el impacto de la contaminación de los basurales a cielo abierto y como paso previo a un futuro método de reciclaje. Está integrado por las localidades de Casilda, Carcarañá, Correa, Pujato, Sanford, Los Molinos, Chabás, Fuentes, Coronel Arnold y San Jerónimo Sud.