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Uno de las cuestiones esenciales que se nos escapan de nuestro alcance en el día a día es la calidad del agua que consumimos. Así de esencial es el detalle que pasamos de largo. Al margen de la atención que cada uno le pone y de cómo la purifica en su casa o de cuanta cantidad de agua envasada que compre, hay especialistas que se ocupan de elaborar proyectos para hacer un bien común. Es el caso de Roberto Quinteros quien luego de haber participado de la audiencia pública del agua con la multisectorial en red de Casilda se reunió con el Arquitecto Oscar Urruty, Director del Ente Regulador de Servicios Sanitarios.

El Ingeniero Quinteros le mostró su proyecto al miembro del directorio del ENRESS. En el mismo detalló que Aguas Santafesinas mantiene un área de prestación y cobertura de servicios en 15 localidades de nuestra provincia, entre las que se encuentra Casilda. Sus fuentes de agua son básicamente dos, subterráneas y superficiales.

En el caso de las subterráneas la captación se realiza mediante pozos cuya profundidad oscila entre 30 y 40 metros pudiendo llegar hasta los 200 metros. De aquí se trasladan por bombeo hacia las plantas de tratamiento. La característica de las aguas subterráneas es su gran cantidad y diversidad de sales. Ese es el caso de Casilda.

En el caso de la captación subterránea, el tratamiento puede ser por desinfección -como se da en nuestra ciudad- o por desinfección complementada con unidades de tratamiento de alta efectividad denominadas Plantas de Ósmosis Inversa que mejoran muchísimo la calidad del agua potable disminuyendo la presencia de componentes indeseables.

Quinteros sugiere que se avalúe la posibilidad de instalar estas unidades POI, que se incorporan en función de la calidad del agua cruda a ser tratada, proveniente de varios pozos subterráneos y de la calidad a mantener y exigida en el agua potable.

A fin de explicitar la situación actual de las localidades cuya captación es subterránea, el Ingeniero detalló información desarrollada por ASSA en su página oficial e incorporó otros datos comparativos entre estas localidades.

Las conclusiones a las que llegó son muy interesantes. Casilda y Cañada de Gómez son las que menos medidores tienen instalados. En nuestra localidad tenemos un 65% que no se mide sino que se asigna por las superficies cubiertas, semicubiertas o baldías y además, es la única ciudad de captación subterránea que no tiene el consumo por día y por persona. Junto a Esperanza, son las únicas que no poseen unidades complementarias de tratamiento por ósmosis inversa.

Por cierto, las tarifas que ASSA aplica son iguales en todas las localidades que presta el servicio. Según la empresa, completar el parque de medidores esta previsto para 2023. Entrando a 2019 no conocemos cual es el programa de instalación de medidores en nuestra ciudad ni la cantidad agua se produce y distribuye y cuanta está medida.

Lo que si está claro es que el agua es un recurso escaso, por ello medir los consumos es una forma de cuidar este recurso. Nos permite tomar conciencia del consumo real en nuestro hogar, lo cual es un paso necesario para mejorar los hábitos de consumo y así utilizar la cantidad adecuada sin afectar al resto.