La semana pasada el Gobierno Nacional firmó en la quinta de Olivos los cuatro contratos pendientes para entregar en concesión los corredores viales mediante el sistema de participación público-privada. Por ende, selló que desde el 1 de agosto ya no se cobre el peaje en las cabinas instaladas en la ruta 33, en el límite entre Casilda y Pujato. 

A sus trabajadores les aseguraron que van a mantener su sueldo y serán reubicados pero no hay ningún tipo de noticias concretadas respecto a su destino futuro. El temor de la mayoría de los que residen en Casilda y Pujato es que deban trasladarse muchos kilómetros para mantener su puesto de trabajo y tener que cumplir funciones para las que no fueron instruidos. 

Desde este miércoles, las empresas privadas se harán cargo por 15 años de la operación, la remodelación, el mantenimiento y la explotación comercial de 3300 kilómetros de rutas nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Santa Fe. 

Según fuentes del Ministerio de Transporte, en octubre se crearán 22.000 puestos de trabajo directos e indirectos para llevar a cabo las obras correspondientes al reacondicionamiento de los caminos. El consorcio conformado por Helport, Panedile, Eleprint y la española Copasa se hará cargo de los corredores viales E y F.

En este último, se abarcan 635 kilómetros de la RN 33, la autopista Rosario-Córdoba y parte de la ruta nacional 9. Los primeros proyectos a ejecutar serán la autopista Rosario-Rufino y una serie de mejoras sobre la RN 9 como variantes, banquinas, luminarias y tareas de repavimentación.