Este jueves se publicó por Boletín Oficial una resolución conjuntas de los Ministerios de Agricultura, Trabajo y Desarrollo Productivo de la Nación que viene a revolucionar un sistema centenario de tratamiento y transporte de la carne. A partir del próximo año, las carnicerías minoritas sólo podrán bajar trozos fraccionados inferiores a los 32 kilogramos.

Ya no se verán las históricas medias reses que suelen cargar al hombro los empleados o dueños de los comercios cárnicos. La medida que fue pensada hace décadas, pero finalmente se concretará en 2022, busca reducir la inflación y cuidar la salubridad de alimentos y salud de trabajadores.

Los establecimientos de faena sólo podrán distribuir trozos que incluso serán inferiores al cuarto de res. De todas maneras, el trabajo de despostado continuará en mano de los carniceros, para mantener la esencia de su oficio. Además, se contemplará la ayuda financiera para garantizar las mayores condiciones de frío que requiere el cambio.

El impacto es significativo en cuanto al manejo de los precios en los comercios de barrio. Dado que con el actual sistema de media res, todas las carnicerías redundan en el prorrateo de los precios para equilibrar el valor de cortes de menor y mayor calidad.

Por ejemplo, los locales situados en zonas de bajo poder adquisitivo suelen reducir el valor de cortes como cuadril o lomo. Pero también elevan otros como asado, falda o aguja para equilibrar la balanza.

Con el nuevo sistema de troceo, los comerciantes podrán optar por las porciones que más los benefician en sus locales y exhibir precios más reales al público.