Un caso que pudo resultar mucho más grave ocurrió en la noche de jueves en el barrio Nueva Roma B. Los familiares de un almacén de barrio situado en calle Tucumán al 3500 quedaron traumados por la presencia de un joven encapuchado que exhibió un arma de fuego y reclamó el dinero de la caja registradora. Cuando ingresó otro cliente al lugar, menor de edad, el ladrón se fugó.

El momento del intento de asalto, del otro lado del mostrador estaba el padre de la familia dueña del local. Una persona, que según pudo atestiguar su propia hija, posee inconvenientes cardíacos. Todo aconteció en pocos segundos, cerca de las 22. El malhechor actuó a cara descubierta pero con una capucha y estaba siendo esperado afuera por otro cómplice, con el cual se perdió en la oscuridad.

Mientras la víctima no había alcanzado a reaccionar con la sorpresa desagradable que se llevó, un niño ingresó al local y, aparentemente, eso intimidó al joven que portaba un arma de fuego. Inmediatamente se retiró sin siquiera tomar el dinero. 

La policía se hizo presente en lugar de inmediato, contuvo a la familia, quienes se encontraban en estado de shock y rastrillaron la zona. Aun así no pudieron dar con el paradero del ladrón. El negocio familiar nunca antes había sufrido una acción de similar magnitud y ahora maneja la idea de enrejar la puerta principal para que la atención sea un poco más segura.