Un nuevo fin de año está cerca y la desigualdad social se hace notoria en las mesas de la ciudad de Casilda. Las mujeres que atienden la La Casita Popular entienden de la problemática y la palpan a diario entre las familias menos afortunadas. Por eso, decidieron escribirle a la intendencia municipal para que se articulen medidas que ayuden a paliar el mal momento que atraviesan muchos grupos.

La carta está dirigida a Juan José Sarasola, aunque su gestión esté a punto de finalizar. "Las familias de Casilda afrontamos una difícil situación económica a la hora de llevar la comida a nuestros hogares todos los días", manifiesta el comienzo del escrito. Y prosigue solicitando compromiso de garantizar ayuda alimenticia para las próximas fiestas. En particular, se pide por un "refuerzo de alimentos".

Quienes trabajan allí a diario notan un crecimiento exponencial de personas humildes y de bajos recursos, quienes solicitan permanentemente algo para llevar a la mesa y llenar sus estómagos. Se han realizado ollas populares, se hornea pan y se logró entregar donaciones gracias a ayudar desinteresada de otros vecinos. Pero la situación no cambia.

"Nuestros bolsillos y los de la gran cantidad de personas solidarias de Casilda no dan abasto, por eso creemos que es hora que el gobierno municipal se haga cargo de las necesidades de los que menos tienen", se cierra la epístola.