Desde el lunes pasado se desató un conflicto laboral en Arequito que involucra a una distribuidora que cerró sus puertas el pasado 15 de marzo. Ocho trabajadores perdieron sus puestos y el Sindicato intervino aduciendo que había una negación de pagar la correspondiente indenmización. Por esa razón se montó una carpa en cercanía del domicilio particular del dueño. Ahora, llegó la respuesta.

Por la información que pudo recabar CasildaPlus.com, la empresa determinó el fin de sus actividades por problemas netamente económicos. Uno de los últimos intentos por repuntar la situación fue acceder a un crédito bancario, pero la tasa de interés superaba el 60%.

Los abogados que representan a la firma tuvieron que interceder para negociar con los ahora ex empleados. Por lo que se desprende de los testimonios que le aportaron a este medio, hubo cuatro encuentros en el Ministerio de Trabajo sin llegar a buen puerto. Aunque se presumía que en una quinta charla, se iba a lograr la paz. De hecho, los responsables de la distribuidora destacaron la prioridad es abonar a sus empleados antes de comenzar con el dinero atrasado a los proovedores.

Hay otro dato no menor que podría haber alterano los ánimos. Puesto que también le contaron a este medio que uno de los ex empleados tenía oportunidades de obtener un nuevo puesto en otra firma arequitense. Y de un día para el otro acusó a los dueños de la distribuidora de quedarse sin esa posibilidad.

Lo concreto es que los abogados de la exinta empresa tendrían todos los avales para lograr un acuerdo, pero no existiría la voluntad de negociar por parte de los ex trabajadores. El principal escollo es que el Sindicato exige un pago en dos partes, pero la Pyme busca que un plan financiado a mayor plazo.