Un joven está tras las rejas por atacar con un cuchillo a otro joven en Dorrego y 3 de Febrero de la ciudad de Rosario, en enero del año pasado. Pero detrás de este hecho se esconde el calvario de P. (con esta letra identificaremos a la víctima), una joven que durante tres años sufrió el acoso de este violento que llegó al extremo de herir con un arma blanca a su ex pareja. Por esto, el fiscal del caso solicita 10 años de cárcel. 

La historia

Hace tres años, Bruno L. conoció a P. en un gimnasio y desde ese momento no dejó nunca de perseguirla y hostigarla. Incluso, en una oportunidad, logró tener acceso al hall de su edificio para dejarle un regalo por su cumpleaños.  

La madre de P. estuvo en diálogo con Radio Casilda y contó cómo se dieron los hechos y cómo ha transitado la familia toda esta situación. "Mi hija y toda mi familia hemos perdido la paz, vivimos con miedo, si bien ahora quedó detenido desde el día que atacó al ex novio de mi hija, tenemos terror a que salga", comenzó diciendo. 

Luego detalló cómo entró el acosador a la vida de su hija: "Aparecía, sabía cada paso que daba. Esto viene de junio del año 2018, la conoció, la vio bajar de la escalera del gimnasio donde iba mi hija y donde mi hijo daba clases de boxeo y entrenamiento".

Entre los dichos, aseguró que este joven violento "creó una fantasía, una película que él se creyó, pero que no era realidad". También, relató: "Empezó a invitarla a salir, a agarrarla del brazo, a esperarla a la salida -del gimnasio-, a dejarle papelitos. Ella le decía que tenía novio, que estaba bien y que no la molestara". Frente a todo esto, Bruno L. decidió no respetar los pedidos de P. y continuó acosándola.

Una de las cosas más aterradoras, según comentó su madre, fue cuando "encontramos un regalo en el hall del edificio, supo donde vivía, se ve que la siguió". Y confirmó: "En febrero de 2019 decidimos hacer la primera denuncia".

Tras esta primera participación de la justicia, obtuvieron una orden de alejamiento. "La perimetral no sirve, él la violó enseguida", dijo la entrevistada quien en un momento, como madre de la víctima, quiso acercarse al acosador, pero las cosas no salieron bien.

"Consigo el teléfono de este chico y trato de encontrarme cara a cara, ver quién acosaba a mi hija", confió. Si bien se vieron cara a cara y su intención era "brindarle apoyo y contención", todo cambió en él cuando supo que la mamá de P. había declarado ante la justicia y entonces comenzó con amenazas.

Las heridas y la cárcel

La mamá de P. explicó que "si bien la causa es del ex novio", tanto su hija como su familia han aportado testimonios y datos para que la justicia actúe.  "Mi hija hacía un año que no estaba en pareja con este chico", cuenta haciendo referencia al joven que fue herido con un arma blanca en la intersección de Dorrego y 3 de Febrero en Rosario.

Hoy, el fiscal Pablo Socca tiene la causa en sus manos y mientras Bruno L. está en la cárcel esperando conocer su destino, P. "tiene terror, tiene terror que aparezca otro". Así lo cuenta su madre quien constantemente está en comunicación telefónica con ella que continúa viviendo en Rosario.

Para cerrar, indicó: "Su vida ya está arruinada, la de ella y la nuestra. Vivir esto que ves por la tele o escuchás en la noticias y parece que está tan lejos, vivirlo en carne propia es durísimo". 

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