Se jugó la primera final anual de la Casildense y Atlético Pujato empezó la serie con el pie derecho. En Arequito, derrotó 2-1 a Belgrano y en siete días puede gritar tricampeón en su casa.

El elenco de Vailatti tuvo la solidez de siempre. Arrancó ganando por la aparición de Dante Rossi y luego controló el juego. Pereyra cumplió con la misión de hacer olvidar a Tarnavassa y fue el hombre de la primera mitad. Cada vez que se propuso desnivelar, lo hizo sobre la banda derecha del ataque Pincha. A él le cometieron la falta que derivó en el 1-0.

Belgrano no encontró juego en la mitad y le llevó poco peligro a Chiodi. De contra, la visita pudo aumentar ventajas en una tapada de Moratta a Salguero. El Azul uvo un remate débil de Marino y un par de balones que cruzaron el área.

La tónica de la segunda parte fue diferente. Yuale sacó a Forconi y puso a Zucolotti para rearmar el esquema. Chau línea de tres en el fondo y vuelta al dibujo habitual, con población de volantes y la cancha más ancha. 

El complemento empezó a traerle buenas noticias a Belgrano. Caldez le mostró a Rossi la quinta amarilla y Núñez tuvo una concreta. Tiro libre de Nano al travesaño. Pero Pujato, las que tiene las hace. Efectividad total y mucha técnica le puso Joni San Juan a su remate. La coló por arriba del arquero y estableció el 2-0 con el que los de Vailatti empezaban a sentenciar el partido.

Beto Marino le puso u poco de suspenso. Hizo valer la ley del ex y empujó a la red un centro desde la derecha. El 1-2 dejaba abierto el final cuando restaban 10 minutos. Pujato se hizo más rocoso, dejó pasar tiempo y llegó al final con los brazos en alto.

El próximo domingo, el Pincha juega en su casa con la ilusión de ser tricampeón por primera vez e su historia. A Belgrano le queda echar el resto y ganar para forzar un tercer partido.