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Pasa en la Circunvalación rosarina y se traslada a la ruta 33. La gran congestión de camiones en la banquina y sobre la calzada, es un problema notorio a esta altura del año. Es época de cosecha de soja y maíz y el transporte de las mismas se incrementa a tal punto de colmar los caminos de la región.

El pasaje hacia los puertos genera inconvenientes en el tránsito diario por una de las principales arterias de acceso a la ciudad. La congestión llegó a tal punto de abracar los 900 metros que separan a los semáforos de Ovidio Lagos y 9 de Julio.

Tal embotellamiento de camiones hizo que cruzar desde Yapeyú o hacia aquel barrio de la ciudad, sea una odisea ya que todas las cuadras se veían obstruidas por cabinas y acoplados que colmaron la 33 desde un semáforo al otro. 

Casilda no es la excepción. Todos los caminos que comunican a los puertos del gran Rosario, por donde sale el 80% de la mercadería del país, están colapsados de camiones. Incluso para los choferes es todo un problema ya que muchos de ellos están varados, al costado de la ruta, sin baños y al descubierto de la inseguridad latente.