El Intendente Juan José Sarasola, Lorena Casati -Directora de Desarrollo Productivo- y Fernando Sambrailo -Secretario de Planeamiento Urbano, Vivienda y Producción-, se reunieron esta semana para dar cuenta de cómo articular el espacio periurbano. El Ingeniero Francisco Cardozo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Oliveros, realizó interesantes aportes de cara al desarrollo del proyecto.

¿Dónde apuntan sus ideas? A aprovechar el cinturón que se arma en torno a la ciudad, en el cual se toma en cuenta la obra ya iniciada de la circunvalar Norte y la ya proyectada en el sector Sur. Allí se comprenden cuatro mil hectáreas en donde se piensan producciones periurbanas.

Al margen de las producciones a gran escala de los campos de la zona, son viables de instalar otro tipo de producciones alejadas de lo tradicional. En esa etapa influye el impulso que pueda llegar a darle el municipio a ese tipo de producciones, a partir del diagnóstico que hagan los especialistas del INTA. Las granjas, las iniciativas del CEA, las producciones agroecológicas y las posibilidades de desarrollo de otros emprendimientos piloto, se piensan de cara al mediano y largo plazo.

En el espacio periurbano se hacen particularmente visibles las tensiones generadas en los procesos de transformación del territorio. La indefinición urbanística y conceptual que caracteriza a esta zona de transición entre el mundo urbano y el rural, la convierte en un espacio potencialmente marginal donde proliferan usos que degradan ambiental y visualmente el paisaje que rodea a la ciudad.

El propósito de este lento proceso es el de colaborar en la construcción de un nuevo paradigma periurbano a partir de las herramientas de ordenación, regulación y gestión del territorio que las administración local tiene a su alcance. Una nueva concepción pretende fomentar su consolidación como activo ambiental, económico y social para la ciudadanía.