Las sustracciones están a la orden del día en Casilda y cada vez son más descaradas. En la tarde de ayer le tocó a una familia de barrio San Carlos. Un albañil se bajó por escasos minutos a su domicilio, no tardó más de quince minutos, y a salir nuevamente a la calle se dio cuenta que le habían robado su automóvil.

Se trata de un Fiat Duna, color blanco, con chapa UMO 798. Según pudo detallar su propietario no contaba con mucho combustible en el tanque, por lo que sospecha que el o los delincuentes no pudieron hacer un viaje tan largo sin pasar por alguna estación de servicio.

“Estaba la ventana de la casa abierta, no sé como se animaron a sacarlo. No lo puedo creer”, contó Jorge, la víctima del robo. Su domicilio está situado justo en la esquina de San Lorenzo y Güemes, y el ilícito se perpetró cerca de las 15 del martes. Si bien sintió una fuerte aceleración mientras estaba en el interior de su hogar, no pensó que se trataba de su rodado. Habitualmente, él solía dejar la llave bajo la alfombra cuando estacionaba el móvil por escasos minutos frente a su casa.

La denuncia ya fue radicada en la seccional de la Unidad Regional IV, aunque todavía no hubo novedades al respecto. Otro agregado que tuvo este lamentable suceso es que Jorge tenía guardadas sus herramientas de trabajo en el baúl.