A un equipo de fútbol lo integran mucho más que once jugadores que entran a la cancha. Detrás del plantel, hay mucha gente que trabaja. En Newell’s el cuerpo técnico lo encabeza Diego Osella, pero desde hace varios años Hugo Roldán y Pablo Risso son parte de la institución.

Ambos son casildenses y cada día llevan adelante su profesión junto al grupo de profesionales de La Lepra. Roldán es preparador físico y comenzó entrenando juveniles. Hace tres temporadas se sumó a la Reserva, y en poco tiempo subió a trabajar con la Primera. Formó parte de algunos interinatos y en el desembarco de Bernardi como conductor coordinó físicamente al grupo principal, como lo hace en el presente bajo las órdenes de Osella.  

El Chugo le contó a CasildaPlus.com, cómo es la previa de un clásico rosarino. “Los ejercicios físicos son iguales, pero tiene la adrenalina de cada jugador en una situación especial. El calentamiento es más intenso, se preparan antes, se concentran más. A diferencia de lo que pasa en la Liga, los jugadores expresan menos. Recuerdo que las previas en Alumni eran todo euforia, bien amateur. En cambio, el futbolista profesional convive con otras presiones, lo vive mucho, aunque de forma interna y pensando más en el juego”, describió el profe.

Risso es kinesiólogo. En sus inicios trabajó en Argentino de Rosario y como el PF, se hizo de abajo hasta ser uno de los inamovibles de cada cuerpo técnico rojinegro. Vital en la recuperación de los futbolistas que sufren lesiones, es muy valorado por todos los jugadores, al punto que muchos de ellos han agradecido públicamente sus atenciones. Hace algunas fechas, Mauro Formica mencionó al Mono y todo el equipo médico tras haber anotado un gol y Maxi Rodríguez, supo correr a su lado.

El profe Roldán contó que siguieron juntos el clásico en el vestuario visitante, observando el duelo por televisión aunque escuchando el ambiente que se vivía en un campo donde sólo había lugar para hinchas canallas. La descripción del final tras el tanto de La Fiera Rodríguez, será un recuerdo imborrable.  “Fue una locura. Con Pablo (Risso) estábamos en el vestuario y los gritos llegaron antes, entonces uno no sabe bien lo que pasó. Cuando pateó el córner Maxi, se escuchó el grito de gol desde el túnel donde estaban otros dos miembros del cuerpo técnico. Así que nosotros gritamos antes que a Maxi le caiga la pelota de nuevo en el pie. Es una sensación increíble”, afirmó Roldán.

Newell’s volvió a ganar el clásico de Rosario. Lo hizo en terreno ajeno y en el último minuto. Dos casildenses, estuvieron ahí para contarlo.