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Sies meses pasaron desde aquel fatídico 24 de febrero. El golpe es demasiado reciente y las heridas en los sobrevivientes y familiares de víctimas, todavía están a flor de piel. En Zavalla y Casilda hubo un sentido homenaje para las 13 personas que perdieron la vida en el siniestro que involucró a dos micros de la extinta Monticas.

Hubo misa en las dos localidades más afectadas por el siniestro. En Zavalla, el cura párroco del lugar colocó trece rosas en el altar, representando a cado de unos fallecidos. Posteriormente, obsequió tres de ellas a los ciudadanos de Casilda que se hicieron presentes. Esas mismas flores viajaron hasta la terminal de ómnibus y se colocaron frente al lugar donde se supone funcionará la nueva oficina de reclamos. También se encendieron tres velas que ardieron mientras algunos de los familiares expresaron sus sentimientos y reiteraron su pedido de justicia.

Los nombres de Cintia Albornoz, Natalia Angiorama y Gabriela Márquez quedaron pegados en un papel para que nadie pueda olvidarlos y los tengan bien presentes. De hecho, esta mañana se espera que el subsecretario de Transporte, Héctor Zanda, esté en ese mismo sitio fiscalizando las condiciones de la nueva oficina.

Más allá del respetuoso recuerdo y el silencio que reinó, también hubo voces de disconformismo porque todavía no hay claridad en el asunto. Además, los Autoconvocados pretenden que Pablo Jukic, secretario de Transporte, también se haga presente en el algún momento.