Las adyacencias al punto geográfico donde se unen la canilera municipal, la Policía Comunitaria y el refugio equino, queda detrás del enorme basural que se impone en este extremo de la ciudad y que a pesar de quedar inutilizado, sigue creciendo. 

Hace años se había elaborado un proyecto para erradicar el basural y darle una nueva fachada. Nada de eso sucedió y mas allá que siga proyectado, el plan no da indicios de llevarse a cabo. Es más, la basura sigue ganando terreno y contrasta con el verdadero fin con el que fue creado el espacio.

Incluso se ve afectado el parque del Aeroclub, cercano al mismo, en donde cada fin de semana se junta mucha gente a disfrutar del aire libre y practicar destrezas aéreas. El olor nauseabundo, el humo de las quemas y la proliferación de la contaminación, arruinan el paisaje.

A pesar de la imagen desalentadora, las personas que trabajan en Sanidad Animal siguen brindando las mejores condiciones a los perros y caballos que se alojan en los refugios. El doctor Andrés Martínez coordina al grupo encargado de mantener sanos y salvos a los animales a los que la basura se les viene encima.