Los dueños de lo ajeno produjeron graves destrozos cerca del final del mes de enero cuando decidieron romper y robar parte del balizamiento de la pista del Aeroclub de Casilda causando desmanes por unos U$S16 mil.

En aquel entonces, la preocupación de las personas que conforman la institución fue grande y se entrelazó con mucha bronca. Hoy, la noticia es que por suerte han podido reparar todo lo dañado y, además, piensan en la instalación de un sistema de alarma por discontinuidad eléctrica.

Una explicación sumamente sencilla para explicar este sistema: si se corta un cable (ya sea porque alguien lo quiere robar u otro motivo), suena una alarma por, justamente, dejar de transitar electricidad por el mismo.

Esto se debe a que, sumado al robo de balizas, destrozos de algunas de ellas, se llevaron también transformadores necesarios para el funcionamiento de dichas luces y unos 2500 metros de cable. Un verdadero robo a gran escala. 

Jorge Alberto Dal Lago